Estaba sola en aquel piso enorme. Debía mudarse a otro más pequeño. No quería volver a alquilar habitaciones, pues la idea de otra experiencia como la de Ronnie e Ivor le asustaba... y le asustaba que la asustara. ¿Qué le ocurría? ¿Por qué huía de las complicaciones provocadas por la gente? ¿Por qué rehusaba participar en ellas? Su actitud traicionaba lo que sentía que tenía que ser. Se decidió por un compromiso: permanecería un año más en el piso, alquilaría una habitación, buscaría un trabajo que le gustara.
DORIS LESSING
El cuaderno dorado